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La metamorfosis digital: el renacer de las revistas literarias en Internet

Por Javier Menéndez Llamazares, www.eldiariomontanes.es el 9/03/11

La metamorfosis digital: el renacer de las revistas literarias en Internet

Las revistas literarias han supuesto, a largo de los últimos dos siglos, el verdadero vehículo de difusión e innovación literaria. Más allá que cualquier otro medio de comunicación, impreso o no, los escritores tradicionalmente se han expresado a través de revistas, especialmente cuando lo hacen de modo colectivo. Las revistas han representado a generaciones con voluntad renovadora, que utilizaban las publicaciones de aparición periódica un 'órgano' de expansión, un mecanismo contagioso con el que extender sus nuevas ideas. ¿Es posible imaginar el dadaísmo sin la revista Dada? ¿O a los surrealistas sin Littérature? ¿Qué habría sido de J.D. Sallinger si no hubiera publicado en The New Yorker? En coordenadas mucho más cercanas, las revistas Proel y La Isla de los ratones nos muestran dos modos antagónicos de hacer poesía -que es algo así como entender el mundo- en la Cantabria de posguerra.

A buen seguro, los autores del siglo XXI seguirán apostando por las revistas, aunque estas hayan mudado por completo su formato y apariencia, y ya ni siquiera se adquieran en las librerías, sino que se editan digitalmente. Una situación que, nos parezca positiva o negativa, no parece tener vuelta atrás: mientras menudean en las estanterías, cada vez semana aparece algún nuevo título en internet, donde son ya cientos las revistas literarias en castellano. Con mayor o menor calidad, con más o menos rigor editorial y respeto de plazos, pero la tendencia parece imparable.

La tradición librera

Igual que las enciclopedias en papel han pasado a la historia, mal futuro tiene la estampa del lector avisado que acude puntual a su librería cada mes a por su revista literaria favorita. Este era, muy a menudo, el modo de entrada de los jóvenes lectores a la fiebre libresca, pues normalmente las revistas están junto a los libros de poesía, las ediciones de bibliófilo y los demás tesoros de las librerías. Quien recoge su revista, tal vez se lleve también el último libro de alguno de los colaboradores de la publicación, o se anime con las recomendaciones de la sección de crítica, o incluso pique con algún clásico en edición de bolsillo. Estos lectores, sin embargo, ya no necesitan ir a la librería, así que tampoco podrán ver el escaparate, hojear -ni ojear- las novedades, ni mucho menos recibir los consejos expertos del librero. A pesar de que las revistas, con su gestión generalmente aficionada, su mala distribución, los problemas para facturar y lo incierto de su continuidad, solían ser un dolor de cabeza para los libreros, en algunos sentidos se van a echar de menos, pues pierden su función de atraer nuevos lectores.

Vocación comercial

Para el lector, sin embargo, hay un punto fundamental en el que la digitalización de revistas juega a su favor: el precio. Y es que la mayoría de estas publicaciones en internet son gratuitas.
Cierto que, hasta ahora, las revistas tenían un precio casi simbólico. La intención, la mayoría de las veces, era cubrir los gastos y poco más; no son precisamente una excepción los casos en los que los escritores 'invierten' su propio dinero en la revista, a fondo perdido, naturalmente. Y es que las pretensiones de estas publicaciones pueden ser muy variadas, pero casi nunca son onerosas. Poco ánimo de lucro puede haber en un empeño que te roba el sueño, te ata al teléfono o al correo electrónico durante medio mes y durante el otro medio a la imprenta o al diseñador, te enfanga con pruebas y correcciones y todo para finalmente quedarse, con suerte, en la mitad de las expectativas de ventas o de lectores. Un auténtico chollo, vamos.

Vida efímera

Es evidente que este tipo de publicaciones no se hacen por dinero. Aunque tampoco hay que descartar otro tipo de rentabilidades: la difusión cultural, la promoción o incluso el propio ego.
Sin embargo, la mayoría de estos proyectos tienen un patrón común: el 'gratis et amore', la dedicación altruista de una persona o un grupo de apasionados de las letras, que voluntariamente se embarcan en la aventura. Como contrapartida, la mortandad es enorme: no sólo es difícil alcanzar el número cero, sino que muchas publicaciones se quedan en el número uno, o incluso en el cero. El desánimo tiene sus causas típicas: la falta de ventas, las dificultades de distribución o que, simplemente, no cuadran las cuentas. En la red, dejando de lado lo económico, también hay dificultades: cómo promocionarse, cómo llamar la atención del lector entre tantos millones de páginas de temática afín. Por eso, las revistas que consiguen sobrevivir tienen un mérito especial. Son un homenaje a sus propios creadores, por su tesón y su amor a la literatura.

La fuerza de la unión

Quizá con el ejemplo de ARCE como modelo (la Asociación de Revistas Culturales de España, sus homólogas en papel), las principales revistas digitales de nuestro país se unieron la pasada década en la Asociación de Revistas Digitales de España (ARDE). Actualmente hay once publicaciones asociadas, todas dedicadas a la cultura y con edición exclusivamente electrónica, y debidamente registradas a escala internacional con su correspondiente ISSN. Entre ellas, las dedicadas a la literatura son abrumadora mayoría. En un rápido repaso:
Espacio Luke, con más de 125 números publicados, es el proyecto de Pedro Tellería, Ángel López de Luzuriaga y el poeta Kepa Murua (director, además, de Editorial Bassarai). Desde enero de 2000 han publicado ininterrumpidamente un número mensual, dando cabida a distintos géneros, incluyendo el ensayo y la crítica, con un éxito abrumador, avalado por sus más de veinticinco mil visitantes mensuales.
Literaturas.com surge del empeño de Ignacio Fernández, por ofrecer un entrega mensual en la que combina reseñas, reportajes, entrevistas y presentación de nuevos autores. Con un equipo amplio de colaboradores, recientemente han lanzado un canal de televisión digital dedicado en exclusiva al mundo del libro, y una colección de libros en formato analógico (es decir, en papel).
Con también una década a sus espaldas, Babab.com publica bimestralmente veinticinco artículos sobre literatura, música e imagen. Fundada por la asociación cultural Mañana es Arte, su director es Luis Miguel Madrid.
La decana de las revistas de creación es Ariadna, fundada en diciembre de 1997. Su objetivo era trascender el formato del papel, explotando los puntos fuertes del formato digital: la comunicación entre autores y lectores, y la flexibilidad en la edición. La dirige Antonio Polo, y entre sus responsables hay escritores como Rafael Torres o el poeta Jesús Urceloy.
Almiar es una revista publicada desde 2001 por Margencero.com y dedicada al descubrimiento de nuevos autores. La dirige Pedro M. Martínez Corada. Publican relatos y poemas, y realizan exposiciones virtuales de pintura, arte digital y fotografía.
Dosdoce es de sobra conocido blog de actualidad editorial, planteado como observatorio tecnológico en las industrias culturales y encabezado por el consultor Javier Celaya. Acaban de publicar la primera revista cultural española para iPad.
Narrativas es una revista de creación, que ofrece trimestralmente relatos originales en castellano, reseñas e incluso anticipos de novelas 'en marcha' (es decir, mientras el autor aún las está escribiendo. Han alcanzado ya el número 20, y su coordinador es Carlos Manzano.
Letras, con más de treinta números a sus espaldas, está dirigida por Salvador Moreno Valencia. Se publica en pdf desde Fuengirola y su ideario es dar voz a los olvidados de la literatura.
Revista de Libros, también miembro de ARDE, tiene sin embargo características muy diferentes. Se trata una publicación en papel de la Fundación Caja Madrid, y la versión digital se puede consultar en su página web, pero mediante suscripción.

Otras propuestas

Se nos quedan en el tintero otras iniciativas independientes como 'El coloquio de los perros', 'Letralia', 'The Barcelona Review' o 'Espéculo', que reseñaremos en una próxima entrega. En el plano local, podemos visitar la revista digital cántabra Maisontine, que este mes publica su número 6, con un homenaje a Blanca Gutiérrez Morlote.

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